Me pregunto que debí haber sido para saber escribir bien o al menos decentemente o tan siquiera aceptablemente, algunas personas con las que comparto amistad se mostrarán buena onda y dirán que escribo bien, otras se reservarán sus comentarios y otras, que hasta el momento no han comentado nada pero estoy seguro que lo han pensado hablarán pestes de mis textos.
Entiendo que el primer paso para ser un buen escritor es el ser un buen lector, cosa que no cumplo, sí, he leido unas cuantas decenas (dato muy optimista) de libros, unos muy cortos, otros verdaderas colecciones de cientos de hojas impresas, que me han dado una buena cantidad de palabras a consultar en el diccionario y una vez sabiendo su significado poderlas aplicar en mis bien pensadas publicaciones, pero mi mente me trae de regreso las mismas palabras que conozco y archiva las nuevas por lo que regreso al punto de ser un intento de escritor con un lenguaje común.
La situación se complica al querer utilizar dichas palabras dentro de una frase, una palabra sola no puede decirnos mucho, por eso debe formar parte de una frase y ahí la complejidad de crear algo si no innovador un poco dominguero, pero corro los riesgos de que el lector diga las frases siguientes:
1. Que güey tan mamilas.
2. ¿Que chingados se metió para escribir eso?
3. Se las quiere dar de intelectual.
4. Me da hueva
Estas últimas 48 horas he leido blogs muy diversos, algunos me hacen pensar que tengo futuro escribiendo blogs que nadie lee, otros me dicen que mejor me dedique a pellizcarme el ombligo, pero hoy me pregunto que tan rojo puedo dejar mi ombligo.
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