Tenía muy olvidada a la musica House, mas bien no la habia mencionado dentro de este blog, este genero tuvo su origen en Chicago, si algo bueno tenían que aportar los gringos a la música electrónica y fue el House, la cual nació en los clubes de la ciudad de los vientos, música hecha mover el esqueleto y en la que uno de sus principales exponentes de la actualidad es David Guetta DJ Francés que comenzó a pegar con fuerza de este lado del charco con su disco Poplife, actualmente promociona su último disco One Love en los que hace dueto con raperos y hiphoperos gringos como Akon y Chris Willis con el que ya había trabajado desde sus anteriores trabajos que estaban enfocados casi exclusivamente al mercado europeo.
Este video Delirious es el tercer sencillo del Poplife, a mi consideración un disco mas electrónico y mejor que One Love es protagonizado por Kelly Thiebaud, bellisima modelo y actriz texana que también tiene el rol principal en los videos de Baby when the lights, Love is Gone y Tomorrow can wait.
El cliente entra al centro comercial, en las puertas hay avisos acerca del virus de la influenza y la forma de prevenirlo, dificil combatir un virus en un lugar cerrado donde ingresa gran cantidad de personas. Despues de unos cuantos pasos se interna en la sucursal de la cadena comercial con nombre de la región española de Soria, la cual se especializa en vender una mayor cantidad de productos selectos y de importación.
En su camino observa botellas de vino de los valles de California, algunas con etiquetas de estilo clásico, otras extrañamente psicodélicas pero que hacen juego perfectamente con un vino de color sumamente rosa y otras mas con un diseño art deco muy llamativas, otros vinos de un poco mas al sur, de este lado de la frontera, de la región de Ensenada, del valle de Guadalupe de excelente calidad, los precios no estan al alcance de cualquiera, por lo tanto los estantes llenos están vacíos de compradores, del lado derecho una mesa tiene dispuestos decenas de ositos blancos, cada uno en sus manos tiene una pequeña caja de chocolates, motivos navideños por doquier, la temporada en la que se debería recordar la Natividad de Cristo se acerca.
El pasillo lo lleva hacia un exhibidor helado, en el se encuentran quesos alemanes, franceses, belgas, daneses, españoles, italianos, comprar un queso es realmente un lujo, 45 gramos de un comté francés cuesta aproximadamente 200 pesos, nadie se detiene a ver los ultramarinos que el viejo continente produce.
El cliente llega a su destino final, la comida preparada, un plato con una porción pobre de arroz y razonablemente grande de pescado empanizado lo convencen y con ella se dirige a las cajas, claro acompañada de una lata de coca cola.
Una vez pagado el producto y recibido el cambio: 18 pesos con 50 centavos y haciendo cuentas observa que la cajera le ha robado otros 50 centavos, ha caminado 10 pasos, demasiados para volverse a reclamar, la comida y el hambre son mas fuertes como para pelear por .05 centavos de dolar, llega a la zona de comida rapida y busca una mesa vacía, la encuentra, sucia pero vacía, recuerda que hay influenza y que sacó un billete de 50 pesos y que la cajera le devolvió monedas de todas las denominaciones y ella recibió esa monedas de otros clientes y... la diosa fortuna dirá.
El cliente convertido en comensal le quita las envolturas al plato, comienza a probar la comida, esta aceptable pero algo fria, aceptable despues de todo por 40 pesos, no va a reclamar, sigue comiendo, de pronto una voz conocida pronuncia su nombre, es una amiga que dejó de ver hace ya bastante tiempo, el suficiente para tener 1 hijo y unos kilos de más, el tiempo no le ha quitado los rasgos finos que al comensal le llamaron la atención desde que la conoció y a pesar de haber salido desde hace mas de 1 decada del distrito federal sigue conservando ese ligero acento chilango que el debe aceptar que le gusta en ella.
Platica de 3 minutos, ponerse de acuerdo para hacer algo despues, un mensaje una llamada, la promesa del contacto posterior.
Al lado de su mesa ha llegado una señora, se le nota una mezcla de emoción y desesperación, la causa puede ser que ha salido de un local que vende promesas de felicidad eterna. En sus manos trae 2 piezas de lotería instantanea, el desánimo de ver el resultado del rasca y gana que ha descartado desaparece con la esperanza fija en la moneda con la que talla la siguiente pieza de lotería, el comenzal pierde contacto visual con ella durante 10 segundos, al voltear observa que la señora sigue tallando las partes que en todos esos papelitos dice "no rascar" es obvio que no ha ganado nada, se levanta, tira a la basura los billetes, la ilusión terminó, las botellas y los quesos del supermercado deberán esperar otro comprador.
Varios minutos después la mujer aparece con un cono de nieve, lo come, se le ve tranquila, el comensal termina su comida, tira el plato, duda entre comprar un cono o un billete, tal vez podría terminar comprando un vino Californiano y un Comté Francés, tal vez podría terminar echándose la bola de nieve encima de la ropa así que mejor se retira.
