Hoy me comí una manzana de 6 pesos, la compré en un oxxo, no me habia puesto a pensar desde hace cuanto tiempo no compraba una manzana tan cara, debo suponer que no lo es tanto, puesto que hasta antes que fuera la temporada de manzanas en Canatlán, compraba 4 manzanas en Soriana por entre 20 y 30 pesos.
Sin embargo esta se me ha hecho muy cara, sobre todo porque aun hasta la semana pasada tenia manzanas de una reja de 20 kilos que compré a inicios de Septiembre en Canatlán, toda ella por 50 pesos, no eran manzanas de un cuerpo perfecto como la que me comí hoy, unas parecían pelotas de softball, otras parecían canicas, unas eran mas rojas, otras mas descoloridas, pero cada una tenía un alma que le daba un sabor único y te transportaba al campo, al arbol donde crecieron.
Esta manzana era roja, de un rojo casi homogéneo, carmesí en algunos puntos, esta manzana venía de un lugar muy al norte, en el país del norte: el estado de Washington, esta manzana no sabía a nada, pero costó 6 pesos.
viernes, 16 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gracias por recordarnos lo cara que es la vida y dejarme con el antojo de la Manzana.
ResponderEliminarPatty Cota.
Las manzanas de la reja eran mas especiales...
ResponderEliminarCon esto de la manipulación de los genes en el futuro los humanos serán como las manzanas de Washington, mas bonitos pero menos especiales :(
Habría que ver que hacen en canatlán con dos pesos extra por manzana.
ResponderEliminarPero no, es que la regaste, esa que compraste no era una manzana.
Esas de la estampita creo que se llaman apples.
Hola Luis, voy encontrando tu blog y me ha gustado. Lamentablemente en México y en otros países nos venden productos con apariencias perfectas pero cuando las probamos no saben a nada, a precio de oro y lo peor de todo es que son importadas, cuando en nuestro país tenemos mejores productos que, lamentablemente, el mercado neoliberal ha hecho a un lado.
ResponderEliminarCreo que hay muchas razones por consumir lo que aún se produce en México, comprando en los mercados populares, ahi donde aún se respira a lo auténtico.
Un abrazo y adelante con tu blog.
Tiux